Vieja Escuela Industrial de la Ensenada
la del Cacique Olivero, mi maestro,
la del Tano Gabrielli y su Topazze,
la del gaucho Gutierrez. Gaucho diestro,
la del gringo Di Crocce, de Raberta,
la de Bustos.... la de Dios... y Aguirre "el loco"
vos me enseñaste a pensar, que es cosa seria,
y me ayudaste a crecer, y eso no es poco.
Hoy que la nieve me ha cubierto el coco,
la polenta de Seibane... me acompaña,
y con Don Roque Garcia... trazo líneas
para sacar de mis mirones las lagañas.
Y en este laberinto que me engaña,
con la ley del dos por uno,... y del mercado,
es el pechito de Bischoff... el que me impulsa
para ir hasta la rampa del "Naútico" a su lado.
Sin pretenderlo quizá, ya te he cantado,
en más de un verso que ladré en la vida.
Más importantes que tus paredes corroídas,
fueron las tantas... verdades que me has dado.
Por eso en un anfibio remozado,
habré de navegar un mar en calma
para contarle al mundo... Vieja escuela:
que tus viejas paredes... tienen alma.
Carlos Cazorla
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