Historia de Berisso
El 24 de junio de 1871 se toma como fecha fundacional de la ciudad, debido a que ese día inició su actividad el saladero San Juan, el primero fundado en la zona por Juan Bautista Berisso, inmigrante genovés nacido en Lavagna, Italia.
La llegada de la familia a estas tierras se produjo luego de que en 1869 una epidemia de Cólera provocara en Buenos Aires la muerte de unas siete mil personas y que dos años después la Capital porteña fuera seriamente afectada por la Fiebre Amarilla, llegando a producir veinte mil muertos.
En este período los establecimientos dedicados a la actividad saladeril radicados en la zona del Riachuelo debieron abandonar las tareas y Juan Berisso, eligió mudar el suyo a tierras situadas en la zona de la Ensenada de Barragán.
Este tipo de industria representó prácticamente desde los inicios del país una actividad económica de importancia basada en el comercio de exportación.
El primer establecimiento impulsado por Juan Berisso ocupó un predio de 28 hectáreas en tierras compradas a Angel Zurita en la zona que ocupa actualmente nuestro Parque Cívico.
Esta actividad productiva se sustentaba en el salado de los cueros y de las carnes para la obtención del tasajo, dando trabajo en sus inicios a alrededor de 300 personas, quienes comenzaron a instalarse en la zona determinando el origen de las primeras radicaciones de casas a la actual ciudad.
El crecimiento de la actividad llevó a la empresa a instalar ocho años más tarde un nuevo saladero que llevó el nombre de San Luis. El responsable del nuevo emprendimiento fue Luis Berisso, hermano de Juan, quien vivió en los Saladeros durante más de 20 años.
A partir de 1895, los saladeros San Juan y San Luis pasaron a ser propiedad de la Sociedad Saturnino Unzué y los herederos de Solari y Vignale, terminando así la vinculación de Juan Berisso con la industria a la que diera origen. En 1906 se llevó a cabo el remate de los saladeros resultando compradora la Sociedad Unzué e hijos.
No obstante, el final de la industria saladeril ya había sido preanunciada con la instalación en 1900 en el Gran Dock de la firma Zábala y Cia., una fábrica congeladora de carnes y conservas. En 1904, además, se radicaría en Berisso la empresa frigorífica The La Plata Cold Storage Anónima que en 1917, pasaría a ser Compañía Swift de La Plata Sociedad Anónima Frigorífica.
La Ordenanza que fue promulgada con el N° 2247/98, se basa en estos hechos históricos y designa como fecha fundacional, el 24 de Junio de 1871.
Esta reglamentación, llega a manos del entonces diputado Dr. Osvaldo Mércuri, quien en noviembre de 1998, presentó un proyecto de Ley, en la que se reconoce como fecha de fundación de Berisso, el 24 de Junio de 1871.
La historia del poblado que todavía perteneciente al Partido de La Plata, pasaría luego por la instalación de los frigoríficos. Primero sobre el Dock del Puerto se levantó el establecimiento The La Plata Cold Storage, de capital sudafricano. La obra de construcción estuvo a cargo de una empresa australiana que para utilizó más de 35.000 metros cúbicos de conchilla como base, 7 millones de ladrillos, 20.000 cascos de cemento, 1.500 toneladas de cal, 6.000 metros cúbicos de concreto, 1.200 toneladas de hierro y 5 millones de pies cúbicos de madera. El frigorífico comenzó a operar el 11 de julio de 1904 y hasta el final del año se faenaron diariamente 200 novillos y 2.200 capones, con lo que se daba trabajo a unas 700 personas.
En 1907 el establecimiento fue adquirido por la empresa norteamericana Swift (recién cambiará su nombre en 1916), convirtiéndose en el frigorífico más importante de la Argentina: en 1911 por ejemplo, exportó el 45, 6 % de chilled beef, el 24, 9 % de carne ovina y el 15, 8 % de carne congelada del total exportado por el país.
La actividad frigorífica era tan lucrativa que pronto se instaló cerca del anterior otro establecimiento, también de capitales norteamericanos: el Armour. Su inauguración se produjo el 3 de julio de 1915 y asistieron a ella entre otros el Presidente de la República, Victorino de la Plaza y el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Marcelino Ugarte.
La industria frigorífica tuvo una notable incidencia en la conformación de la sociedad berissense, la que se vio íntimamente ligada a la actividad. En 1914, sobre un total de 8.847 habitantes, casi 4.000 trabajaban en los establecimientos, muchos de ellos extranjeros como italianos, españoles, árabes, europeos del Este principalmente. En 1935, los operarios llegaban a 6.500, de los cuáles un tercio eran mujeres; en 1947 sumaban 11.500, en una población de 34.000.
La llegada de la familia a estas tierras se produjo luego de que en 1869 una epidemia de Cólera provocara en Buenos Aires la muerte de unas siete mil personas y que dos años después la Capital porteña fuera seriamente afectada por la Fiebre Amarilla, llegando a producir veinte mil muertos.
En este período los establecimientos dedicados a la actividad saladeril radicados en la zona del Riachuelo debieron abandonar las tareas y Juan Berisso, eligió mudar el suyo a tierras situadas en la zona de la Ensenada de Barragán.
Este tipo de industria representó prácticamente desde los inicios del país una actividad económica de importancia basada en el comercio de exportación.
El primer establecimiento impulsado por Juan Berisso ocupó un predio de 28 hectáreas en tierras compradas a Angel Zurita en la zona que ocupa actualmente nuestro Parque Cívico.
Esta actividad productiva se sustentaba en el salado de los cueros y de las carnes para la obtención del tasajo, dando trabajo en sus inicios a alrededor de 300 personas, quienes comenzaron a instalarse en la zona determinando el origen de las primeras radicaciones de casas a la actual ciudad.
El crecimiento de la actividad llevó a la empresa a instalar ocho años más tarde un nuevo saladero que llevó el nombre de San Luis. El responsable del nuevo emprendimiento fue Luis Berisso, hermano de Juan, quien vivió en los Saladeros durante más de 20 años.
A partir de 1895, los saladeros San Juan y San Luis pasaron a ser propiedad de la Sociedad Saturnino Unzué y los herederos de Solari y Vignale, terminando así la vinculación de Juan Berisso con la industria a la que diera origen. En 1906 se llevó a cabo el remate de los saladeros resultando compradora la Sociedad Unzué e hijos.
No obstante, el final de la industria saladeril ya había sido preanunciada con la instalación en 1900 en el Gran Dock de la firma Zábala y Cia., una fábrica congeladora de carnes y conservas. En 1904, además, se radicaría en Berisso la empresa frigorífica The La Plata Cold Storage Anónima que en 1917, pasaría a ser Compañía Swift de La Plata Sociedad Anónima Frigorífica.
Manifiesto al Pueblo de Berisso
En 1998, el entonces Concejal Dr. Oscar Alberto Alcoba, presentó en el Concejo Deliberante, un proyecto que propuso como fecha fundacional de la ciudad de Berisso, el 24 de junio de 1871. La Ordenanza fue aprobada por el cuerpo deliberativo, ya que los fundamentos históricos en los que se basaba la norma, se centran en que el 24 de junio de 1871 se iniciaron las obras del Saladero San Juan, día de San Juan y bajo la advocación del Santo se organizaron una serie de festejos.La Ordenanza que fue promulgada con el N° 2247/98, se basa en estos hechos históricos y designa como fecha fundacional, el 24 de Junio de 1871.
Esta reglamentación, llega a manos del entonces diputado Dr. Osvaldo Mércuri, quien en noviembre de 1998, presentó un proyecto de Ley, en la que se reconoce como fecha de fundación de Berisso, el 24 de Junio de 1871.
Los frigoríficos
Le designación por Ley del año 1882 de la ciudad de La Plata como Capital de la Provincia de Buenos Aires y el acuerdo de ese mismo año entre el gobierno bonaerense y el nacional para llevar adelante la construcción de un Puerto en la Ensenada, colaboraron para cubrir en parte los efectos de la desocupación producida por la decadencia de la industria saladeril. La construcción del Puerto La Plata impulsada por la Ley Nacional 1258 promulgada en octubre de 1882, revitalizó la zona y confirmó el emplazamiento de los asentamientos de viviendas por el momento realizados sin ningún tipo de planificación.La historia del poblado que todavía perteneciente al Partido de La Plata, pasaría luego por la instalación de los frigoríficos. Primero sobre el Dock del Puerto se levantó el establecimiento The La Plata Cold Storage, de capital sudafricano. La obra de construcción estuvo a cargo de una empresa australiana que para utilizó más de 35.000 metros cúbicos de conchilla como base, 7 millones de ladrillos, 20.000 cascos de cemento, 1.500 toneladas de cal, 6.000 metros cúbicos de concreto, 1.200 toneladas de hierro y 5 millones de pies cúbicos de madera. El frigorífico comenzó a operar el 11 de julio de 1904 y hasta el final del año se faenaron diariamente 200 novillos y 2.200 capones, con lo que se daba trabajo a unas 700 personas.
En 1907 el establecimiento fue adquirido por la empresa norteamericana Swift (recién cambiará su nombre en 1916), convirtiéndose en el frigorífico más importante de la Argentina: en 1911 por ejemplo, exportó el 45, 6 % de chilled beef, el 24, 9 % de carne ovina y el 15, 8 % de carne congelada del total exportado por el país.
La actividad frigorífica era tan lucrativa que pronto se instaló cerca del anterior otro establecimiento, también de capitales norteamericanos: el Armour. Su inauguración se produjo el 3 de julio de 1915 y asistieron a ella entre otros el Presidente de la República, Victorino de la Plaza y el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Marcelino Ugarte.
La industria frigorífica tuvo una notable incidencia en la conformación de la sociedad berissense, la que se vio íntimamente ligada a la actividad. En 1914, sobre un total de 8.847 habitantes, casi 4.000 trabajaban en los establecimientos, muchos de ellos extranjeros como italianos, españoles, árabes, europeos del Este principalmente. En 1935, los operarios llegaban a 6.500, de los cuáles un tercio eran mujeres; en 1947 sumaban 11.500, en una población de 34.000.
En este orden vale repasar que las condiciones de trabajo en ambos frigoríficos eran realmente malas, bajo un sistema rígido de control del personal con características de explotación y salarios bajos.
Durante aquellos años a estas actividades relacionadas con la carne se le suman la apertura de la Destilería de Petróleo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales en la ciudad de Ensenada, según proyecto del Gral. Mosconi (1923) y de la “Pattent Knitting Bs. As. Limitada” (la que se transformaría luego en la Cooperativa Textil de Berisso), como consecuencia de la promoción efectuada por la Municipalidad de La Plata para la radicación de industrias (1929).
Durante aquellos años a estas actividades relacionadas con la carne se le suman la apertura de la Destilería de Petróleo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales en la ciudad de Ensenada, según proyecto del Gral. Mosconi (1923) y de la “Pattent Knitting Bs. As. Limitada” (la que se transformaría luego en la Cooperativa Textil de Berisso), como consecuencia de la promoción efectuada por la Municipalidad de La Plata para la radicación de industrias (1929).
Población de Berisso
En sus principios como parte del partido de Magdalena y luego del de Ensenada, la zona de bañados y llanura estaba prácticamente despoblada. Algunos datos permiten apuntar que en 1871 la población aproximada en toda la zona era de 1000 personas.En 1882 con los comienzos de los trabajos para la realización del Puerto La Plata, los habitantes rondaban entre 1800 y 1900.
Anteriormente en 1841 se había realizado un censo parcial donde el Cuartel 1, que abarcaba aproximadamente los actuales municipios de Berisso y Ensenada, indicaba que la población masculina estaba integrada por 13 porteños, 1 cordobés, 1 correntino, 1 paraguayo, 5 españoles, 3 italianos, 1 escocés y 1 sin determinar haciendo un total de 26 personas.
En un principio, la mayoría de los trabajadores provenían del lado ensenadense, hasta que la excavación para la apertura del puerto se transformó en un obstáculo para el paso.
Al mismo tiempo, comenzó a producirse la llegada de personas extranjeras especialmente de Europa, quienes se sumaron a las tareas portuarias y a ocupar las primeras tierras.
A fines del siglo pasado y a principios del actual, Berisso recibió gran cantidad de inmigrantes, atraídos por las posibilidades laborales que ofrecía el lugar. Estos provenían en su mayoría de Italia, sudeste europeo y de Medio Oriente. Eran rusos, albaneses, griegos, checoslovacos, yugoslavos, polacos, sirios, árabes, búlgaros, armenios, españoles, ucranianos, lituanos que dejaron sus países de origen por diferentes causas: problemas políticos, socioeconómicos e incluso religiosos, además de las guerras mundiales.
Estos inmigrantes, que constituyeron y constituyen la base poblacional de Berisso, si bien se adaptaron y asimilaron rápidamente al nuevo medio en el que les tocó vivir, se fueron agrupando en colectividades que les permitieron mantener vivas sus costumbres, tradiciones y religión.
El censo de 1909 demostró claramente la atracción que la zona producía para los extranjeros que arribaban al país, ya que en el área de Berisso la población aproximada era de 4.746, de los cuales más de 2.400 eran extranjeros, entre los que se destacaban italianos, españoles, y en menor medida franceses, ingleses, uruguayos, brasileños y otras nacionalidades. En 1914, la población alcanzaba a 8.847 personas de las cuales el 30 por ciento era de otras nacionalidades; en 1947 la población era de 33.970 habitantes, de los cuales 9.853 eran extranjeros.
A fines del siglo pasado y a principios del actual, Berisso recibió gran cantidad de inmigrantes, atraídos por las posibilidades laborales que ofrecía el lugar. Estos provenían en su mayoría de Italia, sudeste europeo y de Medio Oriente. Eran rusos, albaneses, griegos, checoslovacos, yugoslavos, polacos, sirios, árabes, búlgaros, armenios, españoles, ucranianos, lituanos que dejaron sus países de origen por diferentes causas: problemas políticos, socioeconómicos e incluso religiosos, además de las guerras mundiales.
Estos inmigrantes, que constituyeron y constituyen la base poblacional de Berisso, si bien se adaptaron y asimilaron rápidamente al nuevo medio en el que les tocó vivir, se fueron agrupando en colectividades que les permitieron mantener vivas sus costumbres, tradiciones y religión.
El censo de 1909 demostró claramente la atracción que la zona producía para los extranjeros que arribaban al país, ya que en el área de Berisso la población aproximada era de 4.746, de los cuales más de 2.400 eran extranjeros, entre los que se destacaban italianos, españoles, y en menor medida franceses, ingleses, uruguayos, brasileños y otras nacionalidades. En 1914, la población alcanzaba a 8.847 personas de las cuales el 30 por ciento era de otras nacionalidades; en 1947 la población era de 33.970 habitantes, de los cuales 9.853 eran extranjeros.
El número de personas de otros países fue disminuyendo durante los siguientes años, como se demuestra en 1960 (tres años después de la autonomía), con 40.983 personas de las cuales 7.500 eran extranjeras.
Juan Berisso
Juan Bautista Berisso nació el 15 de febrero de 1834 en la ciudad italiana de Génova, en la zona del Valle de Los Berisso, en Lavagna desde donde proviene la familia del fundador. El primer integrante de los Berisso en llegar Argentina fue Juan Bautista en 1848 cuando tenía sólo 15 años de edad demostrando ya su espíritu emprendedor, que lo guiaría en su vida. Juan era hijo de José Berisso y de Teresa Berisso de Berisso, quienes tuvieron otros ocho hijos; María, Rosa, Luis, Colomba, Manuela, Catalina, Esteban, José y Maria Ángela.
Salvo Maria y Rosa, los demás hermanos y los hijos de Rosa se radicaron y formaron familias en Argentina. Su padre falleció en 1865 en Italia.
A los ocho años Juan empezó ayudar a su padre trabajando a su lado, hasta que a los 15 años se trasladó a Buenos Aires en un buque a vela, su único capital era una moneda de plata española que tenía un peso fuerte de valor, la que entregó a las autoridades marítimas italianas, quedándole solo algunas prendas de vestir.
El éxito de los Berisso en la industria saladeril había trascendido a su lugar de origen. Tal vez a ello se deba que en la segunda mitad del siglo XIX llegan a la Argentina varios Berisso procedentes de Lavagna, Cogorno y Santa Julia. Eran épocas en que Argentina era un país de atracción para los inmigrantes y el éxito de los primeros alentaba a otros. Con respecto a otros países, sólo se han encontrado Berisso en Perú, donde se radicó Elsa Luisa Berisso, en Uruguay donde tuvo una actuación destacada Cesáreo L. Berisso, y en Chile se radicó Miguel Berisso quien tuvo tres hijos y una hija. En EE.UU. se han instalado descendientes argentinos.
Además de ser adoptado para designar a la actual capital provincial del Inmigrante, el nombre Berisso fue tomado por un paraje de la ciudad de Bs. As, una calle de la ciudad de Avellaneda (Bs. As), una pequeña colonia de Entre Ríos y la base naval de Ushuaia, Tierra del Fuego, bautizada Almirante Berisso.
El primer trabajo de Juan Berisso fue un una chanchería de la calle Independencia entre Salta y Lima, donde ganó $120 papel moneda de Bs. As al mes. Trabajó día y noche aumentando su remuneración a $300 por mensuales, durante tres años y acumulando su primer capital en un país que comenzaba a conocer.
Salvo Maria y Rosa, los demás hermanos y los hijos de Rosa se radicaron y formaron familias en Argentina. Su padre falleció en 1865 en Italia.
A los ocho años Juan empezó ayudar a su padre trabajando a su lado, hasta que a los 15 años se trasladó a Buenos Aires en un buque a vela, su único capital era una moneda de plata española que tenía un peso fuerte de valor, la que entregó a las autoridades marítimas italianas, quedándole solo algunas prendas de vestir.
El éxito de los Berisso en la industria saladeril había trascendido a su lugar de origen. Tal vez a ello se deba que en la segunda mitad del siglo XIX llegan a la Argentina varios Berisso procedentes de Lavagna, Cogorno y Santa Julia. Eran épocas en que Argentina era un país de atracción para los inmigrantes y el éxito de los primeros alentaba a otros. Con respecto a otros países, sólo se han encontrado Berisso en Perú, donde se radicó Elsa Luisa Berisso, en Uruguay donde tuvo una actuación destacada Cesáreo L. Berisso, y en Chile se radicó Miguel Berisso quien tuvo tres hijos y una hija. En EE.UU. se han instalado descendientes argentinos.
Además de ser adoptado para designar a la actual capital provincial del Inmigrante, el nombre Berisso fue tomado por un paraje de la ciudad de Bs. As, una calle de la ciudad de Avellaneda (Bs. As), una pequeña colonia de Entre Ríos y la base naval de Ushuaia, Tierra del Fuego, bautizada Almirante Berisso.
El primer trabajo de Juan Berisso fue un una chanchería de la calle Independencia entre Salta y Lima, donde ganó $120 papel moneda de Bs. As al mes. Trabajó día y noche aumentando su remuneración a $300 por mensuales, durante tres años y acumulando su primer capital en un país que comenzaba a conocer.
A los pocos días de dejar su empleo, abrió en la calle Defensa un despacho de carne, que le dejaba la utilidad de $50 al día. Pasados cinco meses vendió y abrió otro en los alrededores de la Iglesia Concepción. A veces solo, otras asociado a terceros, trabajó algunos meses más en Buenos Aires y reunido un capital de $ 24.000 moneda nacional se lanzó a La Campaña donde continuó acrecentando su fortuna.
Una terrible tormenta lo dejó sin la tropa y el ganado que había adquirido para el cual empleó todo cuanto poseía, Juan Berisso volvió a encontrarse de nuevo pobre, vendió sus buenas prendas y recomenzó su actividad primitiva, asociándose con otros, que al tiempo fugo llevándose el capital social. Berisso volvió al trabajo y se une a tres nuevos socios y comienza una nueva actividad: la beneficiación de yeguas, con la cual obtuvo grandes ganancias, continuando con esa empresa hasta 1863, cuando comienza la actividad industrial dando trabajo a centenares de hombres.
Reconstituye su economía y emprende una actividad a gran escala cuando se asocia con Juan Solari y Tomás Vignale con el objeto de fundar saladeros (con los que luego llegaría a esta zona), astilleros, taller mecánico, compañía marítima y estancias.
En 1880 adquirió una destilería y fábrica de alcohol ya existente, la que modifica y perfecciona cambiando la administración, revirtiendo en grandísimas utilidades una fábrica que a sus anteriores propietarios había dado grandes pérdidas.
Al mismo tiempo construye en un terreno de la Av. Montes de Oca, once grandes casas y una espaciosa elaboradora de aceite vegetal. Berisso estableció en 1882 un astillero y un taller mecánico en la zona de La Boca donde se construyeron barcos a vapor de gran porte, además de embarcaciones menores, reparaciones navales, trabajos de calderería y fabricación de equipos a pedidos entre otras tareas. Además desarrolló la cría de ganado habiendo adquirido estancias a tal efecto en la provincia de Entre Ríos.
Una terrible tormenta lo dejó sin la tropa y el ganado que había adquirido para el cual empleó todo cuanto poseía, Juan Berisso volvió a encontrarse de nuevo pobre, vendió sus buenas prendas y recomenzó su actividad primitiva, asociándose con otros, que al tiempo fugo llevándose el capital social. Berisso volvió al trabajo y se une a tres nuevos socios y comienza una nueva actividad: la beneficiación de yeguas, con la cual obtuvo grandes ganancias, continuando con esa empresa hasta 1863, cuando comienza la actividad industrial dando trabajo a centenares de hombres.
Reconstituye su economía y emprende una actividad a gran escala cuando se asocia con Juan Solari y Tomás Vignale con el objeto de fundar saladeros (con los que luego llegaría a esta zona), astilleros, taller mecánico, compañía marítima y estancias.
En 1880 adquirió una destilería y fábrica de alcohol ya existente, la que modifica y perfecciona cambiando la administración, revirtiendo en grandísimas utilidades una fábrica que a sus anteriores propietarios había dado grandes pérdidas.
Al mismo tiempo construye en un terreno de la Av. Montes de Oca, once grandes casas y una espaciosa elaboradora de aceite vegetal. Berisso estableció en 1882 un astillero y un taller mecánico en la zona de La Boca donde se construyeron barcos a vapor de gran porte, además de embarcaciones menores, reparaciones navales, trabajos de calderería y fabricación de equipos a pedidos entre otras tareas. Además desarrolló la cría de ganado habiendo adquirido estancias a tal efecto en la provincia de Entre Ríos.
Desde el instante que vio levantarse su fortuna sobre bases sólidas, Juan Berisso llamó a sus hermanos, se rodeó de sus parientes y estimuladores, les dio empleo y los asoció a sus negocios poniendo a servicio de ellos un capital y su gran crédito, sus conocimientos y el caudal inmenso de su existencia. Juan Berisso falleció en Bs. As el 23 de Enero de 1893 a los 58 años. Fue sepultado en la Recoleta junto a su madre, en una bóveda que todavía existe y en la cual se observan varias esculturas de mármol de carrara encargadas personalmente por Juan en Italia.
Juan Berisso se casó con Luisa Bianchetti el 2 de Febrero de 1860, con la cual tuvo ocho hijos varones: Pedro, Juan José, Juan Antonio, Luis Gregorio, Manuel Enrique, Alfredo Federico Esteban, Federico, Emilio José. Su esposa fallece el 25 de octubre de 1881 y en abril de 1884 contrajo nuevo matrimonio con Victoria Solari, con la cual tuvo dos hijos: Jerónimo José Félix y Anélida Máxima Catalina.
Juan Berisso vivió muchos años en una casona de la Av. Santa Fe Nº 2325 en esa casa falleció su madre y su esposa Luisa Bianchetti.
Juan Berisso se casó con Luisa Bianchetti el 2 de Febrero de 1860, con la cual tuvo ocho hijos varones: Pedro, Juan José, Juan Antonio, Luis Gregorio, Manuel Enrique, Alfredo Federico Esteban, Federico, Emilio José. Su esposa fallece el 25 de octubre de 1881 y en abril de 1884 contrajo nuevo matrimonio con Victoria Solari, con la cual tuvo dos hijos: Jerónimo José Félix y Anélida Máxima Catalina.
Juan Berisso vivió muchos años en una casona de la Av. Santa Fe Nº 2325 en esa casa falleció su madre y su esposa Luisa Bianchetti.
Fuente: berisso.gob.ar
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