23 de agosto: El éxodo jujeño

 

Se recuerda el Éxodo Jujeño, el acto más noble de nuestra historia

Mientras algunos gobernantes exigían el retorno desde Chile del gran Ejército Libertador, organizado por el general José de San Martín, para defender sus pequeños intereses regionales, olvidaban la "gran causa común": la libertad, que tenía como ejemplo de patriotismo al máximo desprendimiento de un pueblo, que quemó sus casas y campos para evitar que el enemigo los tomase. Ése fue el llamado luego por la historiografía como el Éxodo Jujeño, hecho recordado este 23 de agosto.

El Éxodo Jujeño se realizó entre fines de julio de 1812 y durante el mes de Agosto, y se celebra el 23 de agosto. Se trata de nada menos que de la retirada que originalmente el Primer Triunvirato de las Provincias Unidas del Río de la Plata impartió realizar al recién asumido jefe del Ejército del Norte, el general Manuel Belgrano, hacia Córdoba.

Esta movilización correspondía a una logística y estrategia en defensa al inminente ataque del Ejército Realista, comandado por Pío Tristán, que se venía acercando desde el Alto Perú. Las órdenes eran cosechar todos los campos, o en su defecto incendiarlos, destruir todas las casas y no dejar atrás comida, ganado ni mercancías que pudiera ser aprovechada por la avanzada realista.

Un mes atras, el 29 de Julio, Belgrano le hablaba al pueblo Jujeño mediante un comunicado desde Cuartel general de Jujuy, que entre sus párrafos enunciaba por ejemplo la amenaza de fusilamiento y que además de incurrir en traición a la Patria aquel que desobediece las órdenes:

"…Que serán tenidos por traidores a la patria todos los que a mi primera orden no estuvieran prontos a marchar y no lo efectúen con la mayor escrupulosidad, sean de la clase y condición que fuesen…  Hay que dejarles tierra arrasada, que no quede nada en pie, ya sabrán estos maturrangos lo que es un pueblo en armas", había expresado Manuel Belgrano.

Mientras Eustoquio Antonio Díaz Vélez protegía en la retaguardia la retirada, como venían haciendo desde un principio. El éxodo se fue deteniendo y presentaría batalla llegando a Tucumán, con esto se desobedece las órdenes de Buenos Aires, y junto a teniente Gregorio Aráoz de Lamadrid y la familia Araoz se plantan allí. Belgrano advertido de la situación también se uniría, reorganizando sus tropas y desatándose la Batalla de Tucumán el 24 y 25 de septiembre de 1812, con un rotundo triunfo patriota. 

El éxito fue fundamental para la causa patriota, ya que si continuaban el éxodo hacia al punto que se había dispuesto, es decir Córdoba, se hubiesen facilitado los movimientos y ataques realistas, pudiendo estos haber rodeado Córdoba y avanzar directamente hacia Buenos Aires.

Fuente: diariouno.com.ar / youtube.com