Árbol de medianas proporciones apropiado sólo para zonas geográficas cálidas y muy recomendable en jardinería por su atractiva silueta y vistosa floración.
La jacaranda es un árbol de procedencia sudamericana que crece espontáneo en países como Brasil y Argentina. Debido a este origen, se planta en las
zonas mediterránea y sur peninsulares, así como en los archipiélagos, lugares donde las condiciones climáticas resultan muy agradables a estos árboles: los vetustos ejemplares del parque María Luisa, en Sevilla, o los plantados en las calles de Santa Cruz de Tenerife, dan buen testimonio de ello. Se trata de una especie de porte irregular que crece a moderada velocidad formando una copa abierta y ramificada cuyo techo se sitúa en torno a los 20 m, aún cuando esta altura sea sólo alcanzada por ejemplares viejos criados en las mejores condiciones.
Las hojas tienen bastante semejanza con las de algunas acacias y, en concreto, con las de la acacia mimosa, de donde le viene su nombre específico. Están formadas por numerosos folíolos (falsas hojas independientes) de pequeño tamaño situados a ambos lados de los nervios, haciendo que el aspecto general de la copa sea vaporoso y liviano. Aunque es un árbol caducifolio, es muy poco el tiempo en que se encuentra sin hojas, apenas ocho semanas en primavera.
A su porte romántico se suma el atractivo de poseer una bellísima floración muy duradera. Entre los meses de mayo y julio se cubre de grupos de flores tubulares de un vistoso y brillante tono malva. El efecto es en verdad llamativo y resulta muy ornamental. En ocasiones, dependiendo de la localización pueden verse jacarandas sin hojas exhibiendo sus panículas (tipo concreto de agrupación floral) en un alarde de espectacularidad. Los frutos que se derivan de esta floración son unas curiosas vainas planas y redondeadas, lignificadas por completo en su madurez.
Cuidados.-
La jacaranda vive mejor en la cercanía de la costa, aunque a resguardo de vientos marinos fuertes; en todo caso, es necesario que su ubicación no supere unos pocos centenares de metros sobre el nivel del mar. Tiene que gozar siempre de una situación soleada.
Prefiere un terreno con buena capacidad de drenaje, puesto que el exceso de agua perjudica la buena formación del árbol. El suelo, no debe ser escaso en materia orgánica.
Es un árbol resistente a las condiciones urbanas por lo que está indicado en plantaciones de alineación.
Otras páginas de interés:
https://www.buenosaires.gob.ar/noticias/el-jacaranda-arbol-distintivo-de-la-ciudad-de-buenos-aires
https://matadornetwork.com/es/las-jacarandas-todo-lo-que-siempre-quisiste-saber/
Fuente: fuenterrebollo.com / youtube.com
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