Poesía infantil para compartir
Son muchas razones por las cuales la poesía infantil es importante para los pequeños lectores. La poesía motiva a los niños a leer, crea conciencia fonémica y desarrolla habilidades fundamentales como vocabulario, fluidez, expresión y escritura. Los poemas para niños son también una herramienta ideal para el manejo de las emociones; la poesía ayuda a los niños a comprenderse a sí mismos y a los demás, cultivando cualidades valiosas como la empatía y compasión. ¡Motiva a tu pequeño a encontrar su voz interior a través de nuestros poemas cortos para niños!
La Tarara
La Tarara, sí;
la tarara, no;
la Tarara, niña,
que la he visto yo.
Lleva la Tarara
un vestido verde
lleno de volantes
y de cascabeles.
La Tarara, sí;
la tarara, no;
la Tarara, niña,
que la he visto yo.
Luce mi Tarara
su cola de seda
sobre las retamas
y la hierbabuena.
Ay, Tarara loca.
Mueve, la cintura
para los muchachos
de las aceitunas.
Agua, ¿dónde vas?
Agua, ¿dónde vas?
Riendo voy por el río a las orillas del mar.
Mar, ¿adónde vas?
Río arriba voy buscando fuente donde descansar.
Chopo, y tú ¿qué harás?
No quiero decirte nada. Yo…, ¡temblar!
¿Qué deseo, qué no deseo, por el río y por la mar?
Cuatro pájaros sin rumbo en el alto chopo están.
El congreso de los ratones
Juntáronse los ratones
para librarse del gato;
y después de largo rato
de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él,
librarse mejor podrían.
Salió un ratón barbicano,
colilargo, hociquirromo
y encrespando el grueso lomo,
dijo al senado romano,
después de hablar culto un rato:
¿Quién de todos ha de ser
el que se atreva a poner
ese cascabel al gato?
Las siete vidas del gato
Preguntó al gato Mambrú
el lebrel Perdonavidas:
— Pariente de Micifú,
¿qué secreto tienes tú
para vivir siete vidas?
Y Mambrú le contestó:
—Mi secreto es muy sencillo,
pues no consiste sino
en frecuentar como yo
el aseo y el cepillo.
El lagarto está llorando
El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.
El lagarto y la lagarta
con delantalitos blancos.
Han perdido sin querer
su anillo de desposados.
¡Ay, su anillito de plomo,
ay, su anillito plomado!
Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.
El sol, capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.
¡Miradlos qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!
¡Ay cómo lloran y lloran,
¡ay!,¡ay! cómo están llorando!
La mariposa
Mariposa del aire,
qué hermosa eres,
mariposa del aire
dorada y verde.
Luz de candil,
mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!
No te quieres parar,
pararte no quieres…
Mariposa del aire,
dorada y verde.
Luz de candil…
Mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!
¡Quédate ahí!
Mariposa, ¿estás ahí?
Fuente: arbolabc.com
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