Mujeres de armas tomar
Si hablamos de los sucesos previos a la Revolución, no podemos dejar de lado a las Invasiones Inglesas. Dos de las figuras más reconocidas de esta etapa son Martina Céspedes y Manuela Pedraza. Cada una de ellas combatió desde su lugar. Por un lado, Manuela Pedraza luchó en la reconquista de Buenos Aires en agosto de 1806. También conocida como “La Tucumanesa”, Manuela se convirtió en un símbolo de las mujeres luchadoras, especialmente, durante la última batalla. Combatió junto al batallón de Patricios y luchó cuerpo a cuerpo con muchos de los soldados ingleses. Su papel fue reconocido por Santiago de Liniers quien la declaró heroína distinguida con el grado de Alférez y con goce de sueldo.
Por otro lado, Martina Céspedes es una heroína criolla símbolo de la resistencia popular. Era dueña de una pulpería, en el actual barrio de San Telmo en la Ciudad de Buenos Aires. Cuenta la tradición que, junto a sus hijas, engañó, emborrachó, capturó y encerró a una docena de soldados ingleses en el sótano de su local. Y luego, los entregó al virrey Liniers. A partir de este hecho, fue nombrada “Defensora de Buenos Aires” y Sargento Mayor del Ejército con goce de sueldo y uso de uniforme.
La historia de Mariquita Sánchez de Thompson
Una de las primera mujeres que se nos viene a la mente cuando hablamos de la Revolución de Mayo es Mariquita Sánchez de Thompson. Si bien hoy se la recuerda a causa de sus dos matrimonios y su origen aristocrático, Mariquita fue mucho más que eso. Abrazó con pasión la causa revolucionaria y puso su casa al servicio de los empresas patrióticas más importantes. Mediante las tertulias y reuniones que organizaba, buscaba derrocar al gobierno del virrey Cisneros. Asimismo, fue en su hogar donde ella, como anfitriona, entonó por primera vez las estrofas de la entonces Marcha Patriótica, hoy, nuestro Himno Nacional.
Luego, junto a Bernardino Rivadavia y a otras mujeres de la época, fue socia fundadora de la Sociedad de Beneficencia. Fue su primera secretaria y también su presidente. Ella se encargaba de las instituciones educativas para mujeres en toda la provincia de Buenos Aires. También administraba los hogares de niños y hospitales. Su casa, además, fue sede muchas veces de las reuniones de la conocida Generación del 37. Este movimiento fue el fundador del Salón Literario en Buenos Aires. Finalmente, con la llegada de Juan Manuel de Rosas al poder, tuvo que exiliarse a Montevideo junto a otros tantos intelectuales. Sin embargo, nunca dejó de escribir ni de manifestar sus opiniones.
Las mujeres en la previa del Cabildo Abierto
Otra de las mujeres fuertes de la Revolución de Mayo es Casilda Igarzábal de Rodríguez. En general, es conocida por ser la esposa de Nicolás Rodríguez Peña. Pero, su accionar durante la Semana de Mayo nos muestra que fue un gran pilar en la construcción de la Patria. Su casa fue punto de encuentro de los partidarios de la emancipación. Algunos de los personajes que traspasaron las puertas de su residencia fueron: Manuel Belgrano, Juan José Paso, Manuel Alberti, Juan José Castelli, entre otros.
Asimismo, junto a otras damas patricias pidió a Cornelio Saavedra que se decidiera por la Revolución, el 18 de mayo de 1810. Algunas de ellas eran Mercedes Lasala de Riglos, Eusebia Lasala, Ana Estefanía Riglos e Isabel Agrelo. Además, le solicitó que se reuniera con Belgrano y Castelli, en su quinta, para conspirar contra Cisneros. Encuentro que derivó, finalmente, en el Cabildo Abierto del 22 de mayo. Entre estas mujeres aristócratas que lucharon por la causa revolucionaria también se encontraba Ángela Castelli, hija de Juan José Castelli. La joven participó activamente en la Sociedad Patriótica de 1812, patrocinando la compra de fusiles, alimentos y ropa para el Ejército.
La lucha por la Independencia
Por último, nos vamos acercando a las Guerras por la Independencia. Llegado a este punto, nos encontramos con diversas mujeres que, dejando la comodidad de sus hogares, se unieron a las batallas. En primer lugar, tenemos a nuestra ya conocida Juana Azurduy. Ella luchó en las guerras de independencias latinoamericanas contra la corona española, en el Alto Perú. Es un emblema para Argentina y para Latinoamérica. Representó a la lucha armada de la población indígena y mestiza agobiada, por mucho tiempo, por la usurpación colonial. Y también porque se comprometió con la causa independentista. Tomó las armas contra los realistas en una sociedad que prohibía el acceso de las mujeres a la vida política y militar.
Las mujeres que son historia
Es fundamental para nuestra idiosincrasia recordar a las múltiples figuras femeninas que hicieron historia en Argentina. En esta nota, valoramos la vida de algunas de ellas que combatieron por nuestra Patria. Sabemos que hubo tantas otras que murieron en el anonimato. No dejemos que hayan muerto en vano. La lucha por la libertad y por los ideales revolucionarios debe ser reconocida, valorada y reivindicada. Qué estas mujeres no sean sólo un nombre de avenida, de una escuela, una imagen, un monumento o un recuerdo en una nota periodística. Sabemos que son mucho más que eso y que sus vidas dejaron y siguen dejando una huella imborrable en la memoria e historia nacional.
Fuente: mardelplata.italiani.it
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