Campaña de promoción de una lectura reflexiva y analítica basada en obras de literatura
Samuel Eichelbaum (Argentina 1894-1967) fue un periodista, escritor y dramaturgo argentino. Sus obras retrataban las difíciles condiciones del campesinado argentino durante los primeros años del siglo XX, así como también el turbulento ambiente político. Su época dramática inicia en los años 40, fecha en que fue escrita y estrenada “Un guapo del 900”.
La obra se articula sobre dos personajes: “el guapo” Ecuménico López y su madre Natividad, situados al comienzo del siglo, en un suburbio porteño, ambos en medio de los comités pueblerinos que ofrecían trabajo a los hombres que habían emigrado de las pampas.
Ecuménico ama la política, es el guardaespaldas del caudillo Alejo Garay, al cual venera y le entrega su profundo sentido de la lealtad. El descubrimiento de las relaciones amorosas secretas de la esposa de su jefe con el político de oposición, el Dr. Clemente Ordóñez; la desilusión por la imagen que tenía de esta mujer; y un sentimiento de venganza en favor del honor de Alejo, lo hacen planear por cuenta propia un escarmiento. Pero éste termina involuntariamente en el asesinato del doctor cuando los sorprende en una escena erótica. El guapo pasa solo 4 meses en la cárcel, por intercesión de su madre -que lo ama infinitamente- y su padrino político. Pero cuando sale ya no es el mismo. Su pensamiento y sus convicciones lo llevan a justificar sus actos, mas este crimen no puede tener justificación ante el caudillo político porque supondría llevarlo a la deshonra.
Entonces Ecuménico tomará una decisión difícil, pero apegada a su lealtad: se aleja de don Alejo y se entrega a la policía a pesar de los ruegos de su madre, a quien ha confesado sus motivos y que reflejan un comportamiento típico de la época: la devoción al cacique.
Los actos de Ecuménico están presididos por la hombría de un ser elemental, pero honrado. De sus sentimientos extrae una justicia de gran pureza humana por su desinterés. Sin embargo, esta venganza no será reconocida por nadie, ni siquiera su madre logra entender sus motivos. Los diálogos están cuajados más de razonamientos que de sentimentalismos o efusiones, y alcanza muchas veces una tensión dramática de gran densidad porque son las conciencias y no los actos las que se enfrentan a los análisis.
Eichelbaum rehuye al costumbrismo imperante en la literatura de la época y pasa a destacar el carácter del personaje protagónico -Ecuménico- buscando su riqueza en ciertos rasgos de su condición humana que lo llevan a traspasar las circunstancias o los conflictos padecidos.
Un guapo del 900 es una fotografía de la corrupción política y el abuso del poder. Pone de manifiesto los valores que traía el gaucho que dejaba las pampas para llegar a la ciudad y convertirse en guapo: el coraje, la nobleza y la lealtad en su máxima expresión.
Fuente: sinergialiterario.wordpress.com / educ.ar
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