Las Abuelas de Plaza de Mayo cumplen hoy un nuevo aniversario del camino de lucha iniciado, en esta misma fecha, en 1977. En su homenaje el Congreso de la Nación instituyó, en 2004, el 22 de octubre como Día Nacional del Derecho a la Identidad, promoviendo de esta manera la concientización y la reflexión sobre un problema todavía vigente en nuestro país.
Desde un principio el objetivo de la organización de las Abuelas fue localizar y restituir a sus legítimas familias todos las niñas y los niños desaparecidos por la última dictadura argentina. Durante más de cuatro décadas llevaron adelante su labor guiadas por la consigna innegociable de Memoria, Verdad y Justicia.
De las 30.000 personas desaparecidas por las fuerzas de la represión de la dictadura centenares de bebés fueron secuestrados junto a sus padres o nacieron durante el cautiverio de sus madres embarazadas. Fueron 500 niñas y niños a los que, apropiados, abandonados como NN o vendidos, les fue negado el derecho a la identidad. Hasta el día de hoy el amor y la lucha sostenida de las Abuelas lograron restituir la identidad de 130 de esas nietas y nietos.
A lo largo de su historia, la búsqueda de las Abuelas las llevó a incidir tanto en los ámbitos privados como en aquellos compartidos por todos: el político, el científico, el de la justicia, la cultura, la educación, el deporte, y hasta el de las representaciones de nuestro lenguaje.
“Cuando nombramos como padres adoptivos –o cualquier otro sinónimo– a apropiadores, ponemos en duda la propia institución de la adopción. Poner en duda la legalidad de una adopción puede generar incertidumbre y angustia, y en el caso inverso, cuando no subrayamos que una apropiación es un delito, violatorio de los derechos del niño/a, estamos legitimando un acto ilegal. Es tarea de todos y todas tomar conciencia sobre estas prácticas”.
Adopción o apropiación: reflexiones sobre el uso del lenguaje, Abuelas de Plaza de Mayo.
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